Este verano, ¡dale al negro!
Seguramente ya hayáis probado los encantos decorativos del negro dentro de casa, en pequeñas dosis o a lo grande. Pero ahora que el verano está a punto de convertir nuestra terraza o balcón en ese oasis que nos da la vida, ¿qué tal dar un golpe de efecto aquí y allá con el color más elegante de la paleta? Os invitamos a que sigáis leyendo para hacerlo como sugieren los profesionales. Mirad cómo queda. ¡No os arrepentiréis!
Espacios para cualquier época del año. Sí, ¿no?
Reinventar la terraza, el jardín o el balcón mini para disfrutar de momentos especiales en ellos. A todos nos apetece cumplir esta máxima a rajatabla cuando el verano llama a la puerta de casa, lograr que sean una extensión de lo que nos hace feliz dentro. Y es ahí cuando empezamos a barajar colores para una decoración perfecta, teniendo en cuenta a nuestros favoritos y también a los que son tendencia. ¡Pero ojo!, quizá el verano que viene ya no nos convenzan tanto y vuelta a empezar.
Emplear el negro en los espacios exteriores es una gran idea para girar este hábito. Decir adiós a esa temporalidad excesiva y a cambio crear ambientes más sobrios y elegantes de los que no nos cansaremos con tanta rapidez. Un gran aliado cromático al que sacar mucho partido si se tienen en cuenta ciertas recomendaciones de interioristas y decoradores, añadiendo un punto sofisticado al que es difícil resistirse.
Si somos fans de lo escandinavo o de lo contemporáneo, es muy probable que ya hayamos dado ese look a nuestros interiores domésticos. Son estilos donde el negro puede lucirse con toda su elegancia, cuidando de dosificarlo dada su capacidad para absorber la luz. Pues bien, solo es cuestión de trasladar esa estética a los espacios al aire libre sin riesgo de empequeñecer los ambientes porque en ellos no sucederá. Al haber luz natural será posible recurrir a él sobre infinidad de superficies sin miedo a que parezcan más pequeños.
Vale, pero... ¿por dónde empezar? A lo grande o sutilmente
Gran pregunta cuando se trata de dar la bienvenida a un color con tanta fuerza y personalidad como el negro. Si no queremos correr grandes riesgos, basta con incluirlo en alguna pieza de mobiliario y en accesorios decorativos sin que domine por completo. Hablamos de mesitas auxiliares, bandejas y farolillos. Misión cumplida. Pero si no nos van las sutilezas y nos apetece conseguir un golpe de efecto de los que no pasan desapercibidos ¿qué tal pintar alguna pared o una valla del jardín? Cualquier planta o composición vegetal destacarán sobre ellos de forma espectacular, además de generar un efecto envolvente a todo el espacio tremendamente especial.
Ahora bien, los defensores del uso de este color en exteriores reconocen que el negro necesita algo más de mantenimiento y que acumula más temperatura que otras tonalidades de la carta cromática. Por eso recomiendan reservarlo para lucir en las zonas más sombreadas de la terraza o el jardín y rodearlo de textiles frescos y ligeros (los mejores para el verano como bien sabemos) en colores ligeros que compensen el conjunto. Como os podréis imaginar, los algodones y las fibras naturales encabezan la lista.
Dosis frescas y pinceladas neutras para rebajar la intensidad
Al margen de estas recomendaciones, lo realmente importante es contrarrestar la fuerza del negro mediante dosis frescas y cálidas que es posible conseguir de muchas maneras. Una de ellas pasa por combinar este color tan chic con materiales naturales que están de plena actualidad y que aportarán calidez y texturas. Por ejemplo maderas claras, fibras naturales y estructuras de bambú en auxiliares y sillas. No solo lograrán cumplir el objetivo, también sumarán un punto casual al rincón de lectura o la zona donde desayunar o leer... Tus ambientes se volverán más elegantes pero impregnados de autenticidad y, por supuesto, nada formales.
Como compañeros cromáticos ideales, cualquier tonalidad neutra será infalible para suavizar la intensidad del negro, hacer que parezca más amable. Desde marrones a cremas y marfiles que pueden dominar sobre cestos, alfombras, accesorios de pared y en piezas auxiliares con detalles marcados en negro. Pero sin renunciar a esas otras pinceladas cromáticas que nos recuerdan los días estivales que tenemos por delante porque son muy energéticos y estimulantes. Fijaros bien en este ambiente y seguro que nos entendéis.
Y (cómo no) un rincón chill-out en negros
Sigue siendo el must de cualquier espacio exterior y ¿por qué no decorarlo con un estilo muy personal donde el negro marque la diferencia? Aunque las piezas sagradas para crearlo sigan siendo las de siempre (cojines de suelo y colchonetas mullidos, mueblos bajos y tumbonas) la idea de jugar con este color es más que suficiente para contar con un rincón chill-out renovado, nada que ver al de veranos anteriores.
Los profesionales nos dan algunas pistas por las que empezar en casa sin pasarnos de la raya. Una consiste en incluir tapicerías y textiles con estampados donde esté presente en rayas o en patrones geométricos más o menos potentes visualmente. Junto a ellos podemos permitirnos otros complementos en una gama tonal de su misma familia, como el gris piedra. ¿Más pistas? Lucirlo en tiestos y macetas de distintos materiales y elegidas para nuestras especies favoritas, imprescindibles si queremos dejar que entre la naturaleza en este paraíso particular.
Por cierto, buganvillas y jazmines son maravillosos para aportar color, toques florales y un delicioso aroma. Mientras que los plataneros y las kentias son una apuesta segura para crear paisajes más verdes y en clave exótica. Sea cual sea vuestra elección, ¡no esperéis ni un minuto más si os han entrado unas ganas locas de tener un espacio exterior donde dar la bienvenida al negro.