Una decoración responsable con maderas certificadas
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La decoración, el diseño de muebles y la arquitectura se nutren constantemente en sus proyectos de un material tan noble como este. Hoy día solo cabe realizar un uso responsable de esta materia prima y las llamadas maderas certificadas son la vía para lograrlo e intentar preservar un entorno natural más sostenible. Son muchos los profesionales que llevan años concienciados de esta realidad. Comercial Pazos es uno de ellos con un firme compromiso medioambiental en su oferta comercial. Si queréis saber qué implica apostar por este tipo de maderas y los sellos que avalan su origen respetuoso ¡seguid leyendo!
Un recurso explotado desde siempre
Lleva toda una vida siendo uno de los materiales favoritos de la fabricación de muebles y de la construcción. Una bellísima materia prima extraída de los bosques y selvas que pueblan la tierra siempre muy codiciada en la industria de infinidad de sectores. Cuando su demanda se disparó ante la aparición de los procesos industriales para trabajar con ella su destino cambió. Surgieron las talas clandestinas y apareció la deforestación para poder dar respuesta a campos empresariales en auge, como el mundo de la decoración y el diseño de mobiliario.
La deforestación es desde hace tiempo un grave problema global que asola nuestro planeta y son muchas las causas importantes que la provocan, entre ellas la explotación de la madera, además de los incendios, la ganadería extensiva, etc.. Este hecho innegable junto a la necesidad de controlar la extracción y manipulación de cualquier tipo de variedad dio pie al nacimiento de la certificación de la madera como tal.
Desde su aparición, sus objetivos son firmes, no han variado lo más mínimo su hoja de ruta: garantizar gestiones forestales adecuadas desde el punto de vista medioambiental, viables económicamente y beneficiosas para la sociedad. Tan ambicioso proyecto necesitaba contar con certificaciones que acreditaran el cumplimiento de tales premisas y así fue cómo surgieron dos sellos internacionales que se han grangeado un reputado prestigio: FSC (Forest Stewardship Council) y PEFC (Program for Endorsement of Forest Certification).
¿Qué diferencia a las maderas certificadas de las que no?
Es normal hacernos esta pregunta porque no existen características visuales que distingan en el mercado a las maderas certificadas de las que no lo están. Las diferencias son de otra índole y abarcan cuestiones muy diversas de toda una cadena que va desde el bosque al que pertenecen hasta el producto final. Empieza por la transparencia necesaria sobre su lugar de procedencia, contempla el tipo de producción, que por supuesto debe ser responsable, así como la explotación de estas materias primas, que tendrá que ser sostenible. En concreto esta acción conlleva no usar más recursos naturales de los que la tierra es capaz de generar y velar por las especies vegetales y animales existentes en la zona.
Cuando estamos hablando de maderas certificadas también significa haber respetado a las comunidades indígenas y pueblos autóctonos que trabajan o son dueños de las tierras a explotar, pues normalmente son su principal medio de vida. Y además haber apostado por estos colectivos como gestores y principales beneficiarios de tales recursos naturales. Por último y no menos importante, promueven cadenas de producción cortas con objeto de evitar intermediarios y conseguir acuerdos comerciales beneficiosos para todas las partes implicadas.
Dos sellos internacionales para identificarlas
Son numerosos los gestos que podemos empezar a tener en la vida cotidiana para introducir maderas certificadas en los espacios de casa, en el trabajo o en nuestras aficiones favoritas. Desde renovar la decoración con muebles o piezas de diseño fabricados con ellas, a demandarlas cuando somos profesionales de la carpintería o amantes de este oficio. Tal vez la talla en madera. Pero ¿cómo identificarlas? Cuando llevan cualquiera de estas dos certificaciones internacionales; FSC y PEFC. Son sellos que corroboran el compromiso medioambiental de las empresas implicadas a lo largo de la cadena de suministro.
FSC (Forest Stewardship Council) es una organización sin ánimo de lucro internacional. Nació con el propósito de dedicarse a favorecer una gestión responsable de los bosques desde el punto de vista medioambiental y está promovida por Greenpeace y WMF.
PEFC (Program for Endorsement of Forest Certification) es el sistema de certificación forestal más implantado a nivel mundial, respaldado por una organización no gubernamental que persigue garantizar una sostenibilidad de los bosques con perspectiva local y generadora de beneficios para todos.
Infinidad de razones para quererlas en nuestra vida
Apostar por maderas certificadas, ya sea en calidad de consumidor, fabricante o distribuidor, conlleva numerosos beneficios que vale la pena tener presente. Aquí van los más destacables, pero probablemente no sean los únicos:
- Los beneficios ambientales de los bosques gestionados de un modo sostenible son cuantiosos. Entre ellos, la reducción del número de incendios y la conservación de la biodiversidad.
- Las ganancias económicas que se producen están más que demostradas, mejorando la productividad y racionalizando la explotación.
- Surge empleo y bienestar social entre los colectivos que viven en los boques porque en ellos también se producen otras materias naturales, como por ejemplo corcho y resina.
- Favorecen entornos más cuidados donde se plantea el desarrollo de enclaves rurales y la promoción de ocio en plena naturaleza.
Vivimos rodeados de muebles, estructuras y construcciones hechas con nobles maderas. Por algo será y solo depende de nosotros generalizar el uso y consumo de las que se encuentran certificadas en el mercado. Son sinónimo de producciones respetuosas y sostenibles, acciones esenciales para poner freno a la deforestación y con ello intentar paliar el cambio climático.
¿No crees que hay que apostar por ellas?