Neoartesanía, ¿qué es y por qué es tan importante?
¿Os suena de algo el término neoartesanía? Es una corriente donde arte, diseño e industria van de la mano, una alianza para mantener viva la tradición artesana adaptándose a la tecnología. En los talleres donde se conservan oficios de siempre son conscientes de que este concepto no es una moda y han hecho de ella su leit motiv. También negocios expertos como el de Comercial Pazos creen en ella y en su arte renovado para preservar trabajos ancestrales, como la talla en madera. Nada como descubrir sus claves para entenderla mejor.
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¿De qué hablamos cuando hablamos de neoartesanía?
La artesanía y lo que representa, su valor en sí misma, vive un momento dulce en medio de un mundo hiperconectado donde predominan las producciones en serie y la digitalización lo rige todo. Su lista de fans no deja de crecer y hacer objetos a mano es para muchas personas su modo de vida. Muchos de ellos maestros artesanos que mantienen vivos métodos tradicionales y a la vez son conscientes de sus carencias y limitaciones frente a un mercado global.
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La neoartesanía nace de esa necesidad, apuesta por introducir en la artesanía procesos de innovación para hacerla más sofisticada sin que pierda el valor y esencia que dejan sus maestros en cada pieza u objeto fabricado a mano. Otras de sus máximas es potenciar la personalización de lo creado gracias a un equilibrio entre tecnología y arte, no hay dos productos iguales porque se siguen haciendo a mano y al mismo tiempo se vuelven más competitivos sin aparcar valiosas técnicas de siempre que dominan estos expertos.Tienen el valor añadido de poder ser objetos personalizables, la neoartesanía fomenta esta particularidad mediante una frase, una letra, un dibujo especial grabado o tallado… etc.
Respetar manufacturas de siempre integrando el I+D
Es fácil caer en el error de pensar que la neoartesanía es modernizar oficios de siempre, cuando se trata de un concepto bastante más ambicioso. Pretende enseñar a respetar procesos de trabajo ancestrales, como fabricar altavoces de madera con sonido luthier, manufacturas que si por algo se caracterizan es porque se hacen sin prisas, con sabiduría y cariño. Un trabajo a fuego lento cada vez más valorado por los consumidores y que favorece la creatividad de sus creadores.
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La neoartesanía va más allá de la mera industrialización y automatización de los procesos de trabajo. En la mayoría de los talleres que han integrado I+D en su modelo tradicional artesanal sus líneas de actuación contemplan diferentes campos encaminados a facilitar la fabricación logrando una óptima convivencia con los conocimientos de toda la vida: realizan continuas investigaciones, incorporan tests de calidad, optimizan procesos de trabajo, apuestan por el máximo aprovechamiento, la economía circular, ahorran costes, innovan en productos, diseñan desde la fase inicial del proceso creativo, etc.
Ante estos nuevos criterios de producción, es lógico preguntarse si podemos hablar de una artesanía industrializada y de ser así, hasta que punto es viable sin que pierda su identidad. Un dilema sencillo de despejar. Siempre son los artesanos los que marcan el proceso de innovación a trasladar en sus talleres y en sus respectivas creaciones; la introducción de todos estos cambios solo tienen lugar si pueden ensamblarse en sus modelos de trabajo y no conllevan una pérdida del valor aportado por parte de estos profesionales con sus conocimientos y larga experiencia.
Talleres que abrazan esta corriente, un compromiso con la sostenibilidad
En estos talleres donde se trabaja con materiales nobles como la madera o el barro, son conscientes de que la alianza entre tradición y tecnología es compleja, delicada y frágil. Son pequeños reductos, templos de oficios ancestrales, una valiosa representación de esos antiguos artesanos que respetaban por encima de todo la materia prima y aplicaban en su trabajo una filosofía sostenible.
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El tiempo parece ir a otro ritmo en ellos, cada pieza es hecha con mimo por sus neoartesanos en medio de un entorno armonioso. Y el resultado de estas creaciones son objetos con la belleza inconfundible de haber sido hechos con las manos, capaz de transmitir emociones más allá de su funcionalidad. Cada diseño es único, quizá ha sido fabricado con diferentes tipos de maderas cortadas, poseen sus propias vetas y aromas… Y seguramente se han usado utensilios manuales específicos para cada tarea, perfectamente cuidados y afilados; desde herramientas para talla en madera, a herramientas de torneado, etc.
Los talleres donde ha entrado la neoartesanía para quedarse son espacios comprometidos con la sostenibilidad, cuidan de su entorno, minimizan el impacto que pueden dejar sus procesos de trabajo y apuestan por la reforestación de los bosques. Ahora bien, saben que aún hay mucho por hacer, son conscientes de que deben seguir reduciendo su huella ambiental al mínimo, adoptando una responsabilidad social o ecológica que va más allá de ellos y de su negocio, intentando construir un impacto positivo en la sociedad.
Más allá de lo productivo, una marca visible en el siglo XXI
Quizá el término neoartesanía no os suene para nada a estrategias de comunicación, marketing digital, branding… Sin embargo está cien por cien ligado a ellas. Estos talleres deben confiar e invertir en crear su propia marca artesana a través de un branding de calidad, generando contenidos atractivos y profesionales en sus blogs, etc.. En definitiva, aliarse con la era digital, los canales de comunicación actuales y los lenguajes estéticos imperantes hará más fácil encontrar un espacio para sus valiosos productos artesanos en el mercado, trazando un plan integral de marca.
