Formones: tips para elegir sin cometer errores
Los formones o cinceles son un básico en cualquier taller de carpintería. Una herramienta esencial para trabajar la madera, tanto profesionales como aficionados que sienten pasión por este material. Lo ideal es ir haciéndose con una colección lo más variada posible en formas y medidas que nos permita ir complicando los trabajos, e incluso plantearnos fichar algún que otro formón japonés. Para elegir bien es preciso buscar entre una oferta de calidad avalada por negocios expertos, como lo es Comercial Pazos. ¡Y algunas claves más!
Imagen: Pixabay
Formones de calidad: ¿qué significa exactamente?
Es fácil caer en la tentación de recurrir a Internet para acceder a un mercado de marcas y fabricantes sumamente competitivo, la mayoría de las veces caracterizado por ofrecer herramientas de bajo coste. Por eso, al margen de que seas un profesional con cierta experiencia o un recién llegado al maravilloso mundo de la madera, es más importante de lo que pueda parecer cerciorarse de cuál es la procedencia de esos formones en los que te has fijado. Y, a ser posible, averiguar cómo ha sido su proceso de fabricación.
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Aunque es lógico pensar que cuanto más caros sean mayor calidad tendremos garantizada, no solo un precio elevado es sinónimo de semejante aspecto. De poco sirve hacer un desembolso económico considerable si no va acompañado de un diseño adecuado para el uso y diferentes aplicaciones que necesitamos en nuestras tareas. Conclusión: no necesariamente los formones más costosos tienen que ser los mejores, como ocurre en la mayoría de las herramientas.
La mejor elección... el diseño ideal para tus tareas
Fíjate detenidamente en el diseño del formón, en los tamaños en que se presentan y en ciertas piezas importantísimas, como son la hoja y su mango. En función de las tareas más habituales que tengas pensado realizar en el taller de carpintería con esta herramienta y las maderas que vayas a usar, convendrá escoger unos formones y no otros, con un nivel de resistencia mayor o menor.
Entremos en detalle sobre esos aspectos que son de gran ayuda a la hora de comprar uno o varios formones:
- ¿Mango de madera o de plástico?: los de madera, especialmente variedades duras como el roble y el arce, son los formones favoritos porque garantizan una transmisión de la fuerza más precisa. Pero tal vez te interese pensar en modelos con mango de plástico duro si vas a golpearlos con un martillo, la opción con madera terminaría deteriorándose.
- Atención a la medida del mango: la clave es que se ajuste casi como un guante a la forma y tamaño de la mano. Eso garantizará un buen agarre. Según los entendidos en la materia, los occidentales son más ergonómicos que los formones japoneses, pero nada mejor que probar los dos antes de decantarse por uno. O bien optar por las dos herramientas, ambas se complementan y te ayudarán a lograr trabajos más cuidados.
- Cualidades de la hoja: piensa el tipo de maderas con las que trabajas habitualmente porque así podrás escoger formones más ajustados al nivel de dureza de hoja necesaria. De todos modos, los catalogados de dureza media-alta son aptos para muchas variedades, además de ser bastante elásticos y más fáciles de pulir que los más duros, reservados para maderas resinosas o muy duras.
El acero de su hoja: un capítulo aparte
Teniendo en cuenta lo valiosos que pueden llegar a ser los formones en nuestros trabajos con la madera, por ejemplo si nos encanta tallar o nos atrevemos a realizar esculturas, todo pasa por trabajar con una hoja con el acero adecuado. Es una pieza esencial y resulta fácil encontrar dentro de la oferta del mercado fabricantes que garantizan aceros con diferentes cualidades que se ajustarán a tus proyectos concretos. Por eso, la idea de ir creando una familia de formones bien pensada para tu día a día, con distintas medidas y cualidades, te permitirá afrontar tareas más ambiciosas. Europeos, americanos o japoneses (estos últimos suelen diferenciarse por lucir una cuchilla más corta y cuadrada).
En Europa, el acero inglés (en concreto el procedente de Sheffield) es uno de los mejores al garantizar una dureza media-alta que permite afrontar un rango de trabajos bastante amplio en cuanto a nivel de dificultad. Además de ser muy resistente, se lija bien con herramientas modernas, dos ventajas que no hay que perder de vista. En cuanto a la oferta de formones que llegan desde el otro lado del Atlántico, se caracterizan por un acero capaz de competir con el japonés debido a su elevada resistencia y dureza, producto de innovadoras aleaciones y eficaces forjados en sus procesos de fabricación.
Sin embargo, el primer puesto en la lista es para los formones japoneses hechos por artesanos que dominan la forja del acero, en especial el azul y el blanco, con técnicas propias heredadas y aprendidas de generación como un verdadero tesoro. Ahora bien, no es fácil acceder a estas piezas fuera de Japón, entre otras razones porque suelen ser trabajos por encargo. Una buena forma de iniciarse y familiarizarse con estas herramientas es apostando por la oferta de establecimientos especializados que llevan años trabajando con primeras marcas japonesas.
Esperamos haber despejado esas dudas habituales que suelen aparecer en el momento preciso de tener que comprar esta herramienta. Sin olvidar que los formones forjados a mano son una excelente opción cuando se trata de garantizar la máxima calidad y todos esos detalles a medida que solo se dan cuando la herramienta ha sido personalizada según nuestras preferencias con un trabajo artesano detrás.