La belleza de los muebles decapados en blanco
¿Eres un amante del estilo rústico? Si la respuesta es sí, entonces te encantarán los muebles y objetos de madera decapados en blanco. Su característico aspecto desgastado resulta muy decorativo y, además, es muy fácil de conseguir. Descubre cómo lograr tú mismo este acabado en cualquier pieza.
Los muebles decapados en blanco tienen una apariencia muy especial, que nunca pasa desapercibida. Sus zonas despintadas y su aspecto de tener muchos años encima son un acierto seguro. Aunque siempre han sido especialmente valorados por los amantes de la decoración rústica, hoy triunfan en casi cualquier ambiente ya que exhalan un aire decadente y bellísimo a partes iguales.
Pero, además, este acabado decapado es muy fácil de conseguir tanto en mesas, sillas o armarios, como en otros objetos como espejos o complementos de decoración. En RecyCrafts.com te damos todas las claves para que lo hagas tú mismo. Atrévete si tienes un mueble de madera que te parezca feo y anticuado. ¡Verás qué cambio!
Lijar sin miedo
Preparar la superficie de los muebles u objetos antes de decaparlos es fácil. No hace falta aplicar selladora ni imprimación alguna, basta con lijarlos un poco para que después la pintura agarre sin problemas.
Como queremos que después se vea la madera por debajo en las zonas desgastadas del mueble, no aplicaremos ninguna imprimación.
Una vez bien lijada la superficie, aplica dos manos de esmalte acrílico blanco. Si se trata de zonas de mucho uso (como el tablero de una mesa) puedes utilizar esmalte-laca satinado. Deja secar durante un día entero y vuelve a lijar sin miedo los bordes de la pìeza, las esquinas y aristas. En ese punto tú decides, según quieras un acabado más o menos desgastado y cuánto desees descubrir la madera de debajo.
Lija sin miedo hasta que el mueble esté a tu gusto. Hay quien solo lija los bordes y hay quien lo deja casi despintado. Aquí no hay otra regla que la de tu propio criterio.
El efecto envejecido
El secreto para lograr un buen decapado reside en la pátina que apliques después de pintar y lijar. Será la nota de gracia que hará que parezca que tu mueble tiene un montón de años. Y es tan fácil de hacer… Solo tienes que coger una lata de cera para muebles y retirar un triángulo del tamaño de un quesito. Rellénalo con betún de Judea y calienta al baño maría hasta que se funda la cera.
Deja enfriar y después aplica la mezcla sobre el mueble con una brocha, retirando el exceso con un trapo. Al día siguiente ya puedes sacar brillo a tu mueble, frotando con un cepillo de zapatos envuelto en una media. ¡Quedará genial!
Fotos: Muy Mucho.