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Esmaltados, nueva vida para tus muebles

Reportaje
31 de Marzo de 2015

Si estás pensando en reciclar tus muebles y darles un acabado esmaltado para que tengan una nueva oportunidad decorativa, este artículo te interesa. Te contamos todo lo que has de saber para elegir con acierto el esmalte más adecuado, y qué debes tener en cuenta para lograr un resultado perfecto.

A la hora de elegir el esmalte para un trabajo, hay dos tipos principales: los acrílicos o al agua, y los sintéticos o al disolvente. Aunque en el pasado los sintéticos eran más resistentes, los nuevos esmaltes acrílicos han mejorado mucho y soportan estoicamente el uso y el paso del tiempo.

¿Acrílico o sintético?

La elección del esmalte a emplear depende de cada trabajo; a veces será mejor utilizar uno acrílico, y otras veces tendremos que decidirnos por uno sintético. En líneas generales, se puede decir que los acrílicos tienen grandes ventajas sobre los otros, ya que son más fáciles de aplicar, secan antes y se limpian solo con agua.

 

Los esmaltes sintéticos, por el contrario, tardan más tiempo en secar y son mucho más engorrosos de limpiar, ya que hay que hay que usar disolventes o aguarrás para diluirlas y lavar las brochas y pinceles. Sin embargo, son los mejores para muebles que van a tener mucho trote o para superficies que van a estar en el exterior.

 

 

La comodidad es uno de los alicientes de utilizar esmaltes acrílicos. Seca antes y se limpia mucho mejor. Basta con poner las brochas bajo el grifo para dejarlas como nuevas. 

Una buena selladora

Es la base para un óptimo trabajo de esmaltado. La mayoría de las superficies necesitan una selladora acrílica para que después el esmalte (sea acrílico o sintético) agarre bien. El procedimiento es sencillo y no demasiado laborioso. Lija ligeramente la superficie, sobre todo si se trata de una superficie no porosa como la melamina o la madera barnizada (utiliza una lija de grano medio), y a continuación aplica la selladora para que el esmalte no se levante arruinando el trabajo.

Lijar entre capa y capa es necesario para un resultado impecable.

Cuando esté seca habrá llegado el momento de empezar a esmaltar. Para un mejor resultado, usa brochas y pinceles de calidad. Cada vez que des una capa de esmalte, espera a que se seque y lija la superficie con una lija del nº 600 mojada en agua con jabón. Aclara con un paño húmedo y ¡listo para otra capa!

Fotos: Jotun.