Cómo barnizar muebles con acabados perfectos
Si alguna vez has barnizado un mueble (y estamos seguros de que es así), probablemente te decepcione el acabado final. Las superficies quedan ásperas, los brochazos se notan... ¿Sabías que puedes lograr barnizados lisos y finos con técnicas sencillas, sin tener que recurrir a la pistola? En este reportaje te damos todas las claves.
Preparar las superficies
La madera es muy agradecida, pero su tratamiento requiere cuidados y cariño. De nada sirve acelerarse si lo que queremos es un barnizado perfecto que dure muchos años en buen estado. Cualquier profesional sabe que el primer paso para lograrlo es preparar bien la superficie para que reciba el producto sin problemas.
- Si el mueble está pintado o barnizado y queremos quitar el acabado viejo, lo haremos con decapante. Después, limpia los restos con alcohol de quemar y lanilla de acero.
- Cuanto menos se lije la madera, mejor. Si es necesario, lijaremos en el sentido de la veta con lija fina. ¿Quieres utilizar una lijadora? No hay problema, siempre que no presiones demasiado y no la fuerces.
- El polvo se retira con un trapo y alcohol. El paso siguiente sería aplicar una mano de tapaporos (rebajado al 50% con disolvente nitrocelulósico) o goma-laca y dejar secar. Al día siguiente, pasaremos una lanilla de acero nº 000 para alisar la superficie y que quede final y lisa al tacto.
¡A barnizar!
Cuando el mueble esté listo, podemos pasar a su barnizado. Escogeremos siempre productos de la mejor calidad: los hay de distintos tipos, para diferentes aplicaciones. Estos tres son los básicos:
1) Barniz sintético. Puede ser incoloro o tinte, como el de la foto. Es muy resistente y aporta acabados sedosos y atractivos. Se rebaja y limpia con aguarrás o disolvente.
2) Barniz al agua. Muy cómodo y práctico, apenas desprende olor y se seca rápidamente. Los utensilios se limpian con agua.
3) Barniz en spray. Para barnizar de forma rápida y regular todo tipo de superficies. Es una gran solución para molduras, relieves, celosías y cualquier objeto con muchos recovecos.
La técnica del barnizado
Barnizado a brocha: Para aplicar la primera mano, rebájalo con un chorrito de aguarrás y filtra la mezcla con una media. Aplica el barniz con brocha plana de buena calidad, extendiéndolo muy bien y cruzando los brochazos. Termina peinando la superficie (haciendo pasadas largas y suaves) en el sentido de la veta. Deja secar y aplica dos manos más, sin rebajar, siguiendo la misma técnica. No olvides lijar entre capa y capa (al día siguiente de aplicar el barniz) con lija nº 600 para afinar.
Barnizado a spray: Protege las superficies con plástico, papel o cartón. Trabaja al aire libre o en un sitio muy ventilado, y colócate una mascarilla. Aplica el barniz a unos 20-30 cm del mueble, haciendo pasadas regulares y finas. Es mejor dar varias manos finas que dos muy espesas.
El toque final
Para terminar un barnizado a brocha (nuestros preferidos; son más artesanales y atractivos que los de spray), una vez seca la última capa líjala con lija nº 600 mojada en agua jabonosa. Limpia después la superficie con un paño húmedo, sécala y extiende una capa de cera incolora o pátina. Deja que repose 24 horas y saca brillo con un cepillo para zapatos envuelto en una media. ¡Impecable!
Los muebles antiguos o de estilo rústico también quedan fantásticos con un acabado a la cera-aceite. No te pierdas este reportaje para saber cómo utilizar este producto tan interesante: http://www.recycrafts.com/aceite-para-muebles.
Fotos: Xylazel, 4Living.co.uk, The Real Wood Furniture Company, Suppan & Suppan Interieur.